17 junio, 2011

Se acepta amar

Un par de veces he cruzado su conversación por mera casualidad, dos modernos caballeros de temple urbano deciden soltarle al viento sus secretos, detallar los años de abandono, las noches que no concilian sueño y llenan de café o alcohol con tal de sentir que avanzó la noche, y los días repletos de canciones viejas ladradas por sus vocerrones, auyando hasta insultar la vida y a las demás mujeres porque se puede... Porque se quiere que (de llegar a enterarse) a alguien más le duela.

Pasados los años el necio abarca en su abrazo la idea de muerte, la fija idea desangrante de partir el corazón y molerlo hasta que no quede nada, ni la sombra de quien fuera la amada. Maldice, escupe, se regocija a sabiendas que en su mente dejará de existir ella, cae dormido soñando que ha cometido el exorcismo final como un desenlace a toda preocupación.

Un comentario más en su escenario virtual, las palabras se asoman y buscan con tremenda agilidad al hermano de la noche. "La he olvidado, mira, aparece aquí muerta, no más ella, ni existe". Hondo encanto y amplias sonrisas sellan el hecho - no más Fátima, no más llanto- Ambos en paz.

A la mañana siguiente a nadie le asombra que aquél caballero en un acto en extremo irracional visite de nuevo la sombra de Fátima, rasca sin más penas a su puerta y le pide perdón, lame su planta y le jura devoción -por piedad, déjame tan solo pronunciar tu nombre-

No hay reglas, ni se aprende nada, nadie le reclamaría la forma en que se arrastra o la forma en que decide amar.
-"En el corazón no se manda"- reza el dicho popular
Y así lo entendió él.

05 agosto, 2010

Un pensamiento



Algo de inspiración me llegó antenoche y entonces sólo me puse a mezclar una foto que tomé con un espejo, una parte de texto que ya tenía algunos años atorado en un escrito (que por cierto removí de aquí) y algunos retoques con Photoshop.

Mi foto, con algo que escribí una buena noche y ahora con retoque digital.
Puros pensamientos...

21 julio, 2010

Nuevo día


Con el día más puesto que nunca y tras parrandear con ideas borrachas que me jalaban las piernas, ahora cruzo de nuevo la banqueta que ayer me quedaba enfrente. Con aliento asqueroso y una resaca de días que huyen como fantasmas pálidos, parada de frente a ese edificio blanco, rocoso, salitre, que se levanta como un gran oso polar cuajado al invierno. Yo que no salgo a éstas horas y menos así, me recuerdo que ya va llegando la hora de lanzar por la borda todo exceso de equipaje.

Me he inspirado hoy leyendo muchos pasajes de vidas ajenas, que agradable sorpresa
mirar a otro sitio que no sea sólo el mío.
Me veo envuelta en una sonrisa intrépida
y deseo extenderla por muchos días. :-D

19 julio, 2010

Instantes con un desconocido


Sin tanto que mencionar (no encuentro cómo acomodarlo más bien), es tarde ya, con algunas dudas y respuestas que se me atoran en la garganta, la mente y las manos, no sé cómo demonios pasarme todo esto, de tajo.

Unos días vacíos, otros de desventura, esperando unos resultados
y con unos ojos que no quiero mostrar por hoy. Mal y de malas...

La ciudad vieja me trajo días atrás un hombre joven, convencido de que "siempre hay alguien peor", "cuando usted se sienta mal, nada más acuérdese señorita que usted no está en ese lugar". ¿Con una noche más sañera que ésta?, ¡cómo no! pensé para mí y en verdad no me consoló aquélla frase. Yo sólo me podía ver jodidamente mal. Aquélla frase no me venía a mí, éste es mi propio dilema, unas cosas las he propiciado yo mientras otras vinieron gratuitas y no sé de dónde; y lo que me inquieta entonces sólo es un mal pasaje para mí, sufro de ello y no lo de los demás.

Sin embargo, la forma de llegar a mí, hablarme y la disposición a escuchar lo que se me ocurriera sacar, aquél rostro invitándome a guacarear mis pesadillas me brindaron un momento de paz: yo de noche, en un callejón pestilente, perdida, con miedo, sin dinero encima y con el corazón arrastrando. Señorita usted se ve mal, si me permite decirle, no creo que usted sea así, va a pensar que soy un metiche, pero de verdad no me gusta ver a una mujer así. Ustedes son hermosas y alegres, no merecen estar así como usted hoy. A que los ojos de las mujeres deben brillar pero no por las lágrimas... Continuó hablando por espacio de diez minutos él sólo, porque yo no habría atindo a contestarle nada. Ni ánimo ni ideas. Nada más lo escuché. Cuando éste extraño terminó con sus palabras buscando alentarme aunque fuera un poco, nos mantuvimos en silencio un rato, ahí fue cuando pude ver en él un dolor muy viejo y hondo, un reflejo en esos ojos claros, curiosamente sentí más tristeza ahora por él. Entonces soltó sin pensarlo su historia. Terminó y sólo pude ver el asomo de querer llorar conmigo, pero se contuvo y no lo hizo. Se despidió y me deseó mejores momentos.

Se fue lentamente sobre las banquetas llenas de charcos, aún llovía y en el cielo no asomaba el sol. Silbando y cantando, igual que como llegó. No le quité la mirada de encima hasta que se perdió lejos como una hormiga enana rodeada de luces amarillas parpadeantes sobre el reflejo del agua que emitían los semáforos. Lo curioso es que quedándome ahí parada ya no sentí esa soledad tremenda que me carcomía un par de horas atrás, tampoco el miedo ni las lágrimas.

Me contuve entonces y busqué refugio en la entrada de una tienda (de esas que no cierran nunca), ahí pasé unas cuantas horas hasta amnecer y desentumecer un poco el cuerpo (el ánimo y el cerebro) con el primer calor del día. De regreso a casa y con una de esas experiencias que sólo guardo para mí.

Aquél día pasé por todo estado de ánimo, yendo de lo más grato (y deseable) hasta la más honda aflicción. Reconozco pasados los días en aquél hombre un consuelo y que efectivamente estaba más jodido que yo. Varios puntos de reflexión importantes para mis adentros me dejó el escuchar a éste joven, no obstante me sigue brincando la noción de "sentirme mejor cuando encuentre alguien en peor condición que la mía".
Hay algo que no encaja en compararme con otros que se encontraran en peor situación, (cualquiera que fuera ésta).

Un extraño en la noche que pudo ver tanto de mí en unos instantes.
Me habló como pocos lo han hecho, con interés genuino por hacerme sentir mejor y sin pedir nada a cambio, sólo consolarme y tratar de dar en el clavo con sus palabras.
Lo hizo a su manera, breve, sencillo y lo agradezco.
Ni siquiera atiné a preguntarle su nombre.

30 marzo, 2010


Conocí cierto día un chico, amigo de mi hermana, de reacción ágil, buen temple, con esa constante chispa corriendo de los ojos a las manos. Niño inquieto ante lo que se ve y oye. Algunas cosas platicamos, nos reímos, o nos pusimos serios. Más de un par de veces mientras escuchaba su parecer me pareció encontrar a un digno miembro de casta de los guerreros, los que forman con sus manos sus propios arcos y salen a buscar ágiles a la selva toda clase de aves o felinos, de los que siembran y cosechan su propia historia.

De los que hacen música y poesía al llegar la noche...

Ayer me pareció verlo en mi jardín tan nítidamente, explotando en una de esas carcajadas tan suyas, la juventud en esa mirada y el reflejo de algo común como generación de hace más de 10 años, con aquéllos días que me traen tantas cosas divertidas y emocionantes a la mente. Y allí él acariciando mi cabello, en una cercanía como amigo.

Louis, ¿a dónde perteneces ahora?

Conosco de hace más de un año los hechos de tus últimos días y en el fondo nunca los creí realmente ciertos. No fuiste tú el que llegó a ese extremo y nunca imaginé siquiera que fueras tú la víctima real de ese caos.

Nada. Justo me quedé con el recuerdo de esa expresión tan franca y rebelde, una sonrisa plena y el brillo en tus ojos.

20 noviembre, 2009

Un mal día


encendido y apagado
por un misterio que nadie sabe un día fue luz
y al siguiente sombra de sí mismo,
haciendo eco en las voces que aún lo claman
niño necio u hombre entero
de la vida nada escapa, asomó el cuerpo sólo un poco
de sus pies y el peso corpóreo se alzó un hilillo de humo
poco pudo distinguir lo que define al horizonte, directo viento la risa,
soltó por delante el pecho más que las manos o los anhelos,
aquélla noche saltó el ímpetu, inquietud, ansias, asombro renovado
o tal vez sólo avanzó colérico el miedo pegado al hueso

¿dónde están los días?
¿extrañas caminar, oir música, comer, salir a diario de un hogar?
¿hallaste algo que deseabas encontrar?
sentada aquí me vienen para tí tantas preguntas, sé que vacías quedan
algo gritó justo al oído a un rítmo trepidante:
¡la noche se besa, se respeta, jamás se provoca a duelo!
convencido de ésto podrías coincidir ahora, siendo ave, siendo flecha
solo que en el presente a nadie le consta

un día te cuentan entre las ramas y al siguiente no hay ni flores,
un buen día disfrutas de una fiesta y al siguiente te lloran,

un mal día decides que lo de fuera te incomoda mientras desciendes lento,
eclipse de hierro y agua, negrura que ya no significa nada
mal día para sacar a pasear el resto de un alma

19 noviembre, 2009

Louis


Conocí cierto día un chico, amigo de mi hermana, reacción ágil, buen temple, con esa constante chispa corriendo de los ojos a las manos. Niño inquieto ante lo que se ve y oye. Algunas cosas platicamos, nos reímos, o nos pusimos serios. Más de un par de veces mientras escuchaba su parecer me pareció encontrar a un digno miembro de casta de los guerreros, los que forman con sus manos sus propios arcos y salen a buscar ágiles a la selva toda clase de aves o felinos, de los que siembran y cosechan su propia historia.

De los que hacen música y poesía al llegar la noche...

Ayer me pareció verlo en mi jardín tan nítidamente, explotando en una de esas carcajadas tan suyas, la juventud en esos ojos y el reflejo de algo común como generación de hace más de 15 años, con aquéllos días que me traen tantas cosas divertidas y emocionantes a la mente. Y allí él acariciando mi cabello, en una cercanía como amigo.

Louis, ¿a dónde perteneces ahora?

Conozco de hace más de un año los hechos de tus últimos días y en el fondo nunca los creí realmente ciertos. No fuiste tú el que llegó a ese extremo y nunca imaginé siquiera que fueras tú la víctima real de ese caos.

Nada. Justo me quedé con el recuerdo de esa expresión tan franca y rebelde, una sonrisa plena y el brillo en los ojos.

23 octubre, 2009

Hace falta...




La tele se volvió loca o esa fue la última impresión que me dió, todo lo que escuchaba se convertía en absurdos y estupideces, una sarta me mentiras y otro tanto de negligencias. Harta de ver y oir prácticamente lo mismo cada que la noche está por irse decido darle muerte fulminante, casi vuela por la ventana aunque caigo en cuenta que no deseo desperdiciar mi inversión, seguro otras ocasiones me dejará un buen gusto. ¡Al menos por estos días va directo a la hoguera!

16 octubre, 2009

Una gruta




Ella cae en cuenta, no está sola.
Sin embargo trae consigo la perene idea de buscar entradas por las cuevas, refugiarse ahí, colmar sus ojos de esa silente negrura que forje una dimensión propia, lo imaginario tras un respiro breve de calma aunque sea sólo un lapso.

Una cinta de viento va y viene inmediata, se adentra profunda con el primer suspiro que invita su presencia, sostiene un cuerpo apenas rozando el margen de las rocas mientras avanza sólo un poco, recuerda, aunque sin hallar algo que evoque aquél roce contínuo una noche de verano. Aún a tientas, concibe que los días de ningún modo agotan su cuenta, se debe confiar andando, transitar por toda clase de veredas, asistir hacia lo que se desconocía, explorar de este modo lo que hay enfrente con el conjunto de sus dedos, hundirr los codos, estrechar los brazos, juntar el pecho, enroscar el alma (de ser preciso). Interpretar lo que narran los muros, conociendo la existencia de un lenguaje íntimo apenas percibido por algunos sonámbulos de los que aún pernoctan éstas grutas. Continúa tocando, los bordes recorridos descubren cientos de mensajes abandonados, en conjunto hermosas líneas tras líneas. Se le ocurre jugar a que una de éstas fue trazada para ella, bonito deseo.

Un par de minutos más y decide regresar, exhala y con ello la atmósfera torna a la calidez, solo que en este momento reconoce un alarido lejano sujeto a todas las máquinas del día a día, monstruos del asfalto vomitando salitre. Ni hablar, regresa a casa donde espera tomar su lugar, subir esas terrazas aguzadas por cientos, de las cuales habitualmente resbalan por los balcones historias ajenas, callejones para millares de caminantes con quienes ocasionalmente se enlaza su vida.

Nay tiene dónde y con quien llegar, enormes árboles y jardín con flores, sin embargo existen madrugadas en que lo arriesgaría todo.


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Foto - Parque Nacional, Cueva de la Quebrada del Toro, Venezuela

23 septiembre, 2009

Así pasó



Una noche de Septiembre, recuerdo a alguien decir: "Pasen, vengan y pregúntenme qué puedo ver enfrente, con esta vista a media luz quizás porque ya es tarde, acérquense ustedes, encontrarán algo de sí". No faltó el que confiado tomó una silla, se sentó mientras cruzaba una pierna. Contestó al otro: me parece que deseo tus palabras, no me siento hoy tan humano, confieso que he sido abandonado un par de veces por mí tanto como por los demás y también por ocasiones he sido varios personajes en mi vida, me he vuelto nómada sin comprensión ajena.

Bien, lo que tengo en frente parece ser una vieja foto intantánea que usted ha elegido en más de una ocasión, justo aquí aparece su dama: la locura absorbió su vida para convertirla en un circo multiforme, en un puerto donde los marineros huyen de las tabernas como de las aguas, una noche aparece estrellada pero a detalle se compone de jirones de tela y miles de remiendos mal pegados. Lo único que le falta amigo, es traer a mano un paracaídas, atarse los talones a unas gruesas cuerdas para dejarse llevar y aventarse sin más a ese pozo frente a usted. Comparta algo de su vida a los espectadores pero no se regale, recuérde que el que se lanza es usted... sólo disfrute

Al fin sin pensar más en nada, aquél hombre de mirada lánguida se decidió a caer, a descender cada vez con mayor rapidez, de nuevo la experiencia de locura se había apoderado de él, la diferencia es que en esta ocasión el origen de todo no era satisfacer placeres ajenos, sino destrozar su desgastante historia contra el presipicio con tal de dejarla ahí embarrada, saliéndole del cuerpo para no cargarla más. Y así pasó... todo se quedó en las rocas.

¡Pasen, pasen, amado público! Esta noche el contorcionista se lanzará de hombre bala, sin red. ¡Pase y disffrute del espectáculo sin igual!

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Foto "Efímero flic" de Septta

Despertando y modorra...



Una sabanana se levanta como espuma de mar, no tapa solo flota encima fresca, suave, formando ondas que me vienen en forma de leves sombras tan cerca por toda la extensión del cuerpo. Aquí se abrió un espacio en arco para llenar la vista, ésta que por momentos pretende ser ciega, cuando por naturaleza le roba de más a lo que tiene enfrente

Un suspiro bajo este espesor blanco y está a punto de sonar el despertador a las 8am, nada que escuchar por al menos unos segundos mientras tenso todo el cuerpo como poseída por este comenzar del día. Relajo hasta la última dendrita

Despierto al fin con el caer de este manto de algodón y nylon, quisiera adentrarme otro rato, lucho, me distraigo, me decido y salgo de cama como quien suelta un abrazo agradable. ¡Primer paso triunfal y a comenzar el día!

No importa que flojera sienta, siempre me voy a levantar

26 agosto, 2009



Una pizca de mentira, música y sueños... con tanto humo alrededor
Una expresión linda, sutíl, de las que encantan por su melódica promesa
de esas palabras que contentan aunque detrás sabemos se encuentran huecas
sin intensiones duraderas, de esas que dedican la última vocal al que las recibe
como una noche febril, sin explicarse una razón a la sombra del corazón

Al final de este baile, solo deseo sentirme contenta con lo que se diga
Después dormir un rato, sin más que haber escuchado aquello que ansío oir, no lo explico más, quizás el sentido tan sólo se encuentre en desearlo.
Mañana, esta misma voz será la mía

16 agosto, 2009

Agradecimiento

Agradezco por los días, la vida, el sol, la lluvia, los colores
Cuento con la dicha de tener cerca a mis padres y hermanos, amigos, amores
Quizás algunos me falten, pero yo los visito cerrando los ojos de vez en cuando

Soñé un poco con el recuerdo de mi abuelo, pude escuchar
- Mar denso y calma alrededor -
Al despertar recordé todo lo que solía contar a cerca del alma, la oración, rezar y estar en paz, él tan acertadamente contándome sobre el ángel de la guarda, historias insólitas aunque por demás demostrativas y ejemplares, esas pausas al hablar y una tremenda ternura en la voz. No me sale llevar por delante una ferviente fe por alguna institución religiosa-moral, pese a la lucha por despojarme de tanta consigna inexplicable, ahora tengo un momento de claridad y entiendo que la fe es el regalo que mi abuelo me deseaba mostrar, más que nombrar alguna "única" institución dueña de un credo y demás dogmas impuestos.

Me siento en comunión con quienes amo y con aquéllo que aprecio, libre de decirlo, digamos que simplemente agradecer por ello se convierte en mi oración

28 junio, 2009


Ya es tarde y no hay demasiados pendientes, me siento y nada en la tv que me atrape ni el telefono suena o siquiera un sonido que reconozca como el toquido a mi puerta o el ring-ring del telefono, nada, ni asomo espontáneo oportuno de un buen amigo

Cuánto puede agotar el fastidio y la flojera de despegarme de este bendito sillón que no tiene culpa de desparramarse más que yo. Mi paciencia se agota y más que dormir cierro los ojos por inercia

¿Cuánto tiempo llevo en este estado? Limbo momentáneo, este fin de semana que de plano me exigí para desconectarme de todo. Deseándo, que hasta de mí

Lento... lento... profundo suspiro
Ya me encuentro en blanco, mi mente se fue como nube


Nada en frente
Solo se que soy yo
A poco y sin sobresalto en esta neblina escucho una sonrisa, clara y penetrante, no me podría "explicar el porqué" sólo resulta que me da gusto y justo puedo ver un par de puntitos avanzando hacia mi, redondos, crecen, aparecen para centrarse formando un par de ojos que insisten en ser vistos, acepto y los sigo por sus bordes

Cuánto he podido conmoverme, aquéllos son dos mundos, giran, relucen, tienen fuego y agua: ¡vida! Son tus ojos...

Aquí recuerdo claramente, es tu mirada pero no estará ya más perdida en el cuarto de mis recuerdos. Es aquél momento en que nos vimos de frente por primera vez, pensar que no lo creía cierto, pero en verdad ésta imagen la había perdido unos cuantos años

Nuestro encuentro. Yo asomada a esa inocencia vertida en tí, lo intangible que me contaba cada reflejo, momentos de íntima ternura y en el reflejo te encontré a tí
Nunca lo menciné pero resulta que días después entendí cómo de alguna forma al descubrirte nació éste círculo contínuo, extrañamente indispensable como un anhelo emergente: ese reflejo se asomó a mí

Una nueva forma, la tuya y la mía
Aunque hoy, cada cual en su historia individual rige lo que desea ver
Se extraña tu mirada

16 mayo, 2009

noche




¡La noche no fue dada para los hombres que rozan el sendero blanco, necia, has notado que ya no existen: entiende! Me aseguraron un día pese a mi falta de oido, cuando volví la vista al horizonte recapacité más percepciones mágicas y poesías en libros de mitología que a recordar la verdadera historia del hombre en éste o en cualquier otro país

Alguien más me aseguró cierto día de insomnio "ellos no son los seres que cualquiera hubiera imaginado, porque no se cuecen en cuentitos de hadas ni existen remolinos tan grandes para cargar cuerpos tan humanos"

Tímidamente sonreí como quien descubre su sombra reflejada a pleno juego, a eso de los inocentes 4 años. Que inquietante verdad, y yo que nunca las he sabido tomar

22 noviembre, 2008

Cuando queda de lado...



No es tan tarde y sin embargo siento que ya me pesan los dedos en ambas manos, pulso leve y esta respiración a cortos plazos. ¡Juro que tiraré este cigarro!
Tampoco recuerdo la última vez que me llamaron así, a decir verdad la última vez que me pensaron así: pinche vieja, tú no me consideras... ¿segura que no me pintas el cuerno? Disculpa, pero te amo.

Horas después sólo me entran a la cabeza esos primeros 5 minutos cuando lo conocí, salir a pasear tomados de la mano, las risas en el cine, uno que otro desacuerdo, su linda sonrisa, recordar cuando le mencioné el tiempo que duremos está bien, quiero conocerte.

Corrimos juntos unos cuantos meses de esos que se volvían indispensables, yo contaba con los dedos las estrellas para trazarle una línea que va del borde de los labios hacia la nariz y sube hasta los ojos. Pinche vieja, ¿segura que no andas con otro? Primero a cambio de lo que dice, un par de risas es lo que me sale, aunque veo en sus ojos una chispa de angustia constante, una duda, enojo ¿Por qué? No sé por qué no lo menciono, quizás parece infantil, una broma.

Mala sombra mi nombre, sus pensamientos se cruzan como enrredos en telarañas que quieren escalar a los míos pero yo no los dejo, porque creo yo, resultaría enjuiciarme de algo que no me viene. ¡Pinche puta! Yo sólo me pregunto ¿Qué fue eso? El mote se lo paso, pero la ira en esos ojos, no. Pasada una hora suena el teléfono con un quedo: te amo. Que no conmueve ni lleva a nada.

Aquí puse finalmente las piezas, trocitos que entrego de vuelta disecados, menos uno (ese me lo guardo), me siento al borde de la ventana con una respiración honda. Continúo dibujando para no pensar en desamores.

* Foto: Adiós Alfonsina-16, de Galería de maritemalaspina

18 mayo, 2008

Un instante



Existe un punto específico en cualquier lugar, se mueve tibio como un abrazo, revelado a determinada hora para los que muestran atención...

Cientos y miles de almas al unísono regalan plegarias al sol, parecen brillar ya sean lejanas unas de otras o cerca como enjambres. Rara vez pero existe. Este fenómeno se da cuando casi a medio mundo le da por voltear por unos instantes hacia el manto célico o en su defecto la vista recorriendo el lugar más alto visible desde el sitio en que se encuentren. Nada en mente, no sueños incluso la mirada descansa y todo se pierde al exhalar.

Sucede que todos ellos entrelazan un recorrido natural sin darse cuenta que han escrito un canto interno a media vida, una idea colectiva aparentemente salida de nada, descansan un segundo y al siguiente ofrecen tributo a todo aquéllo que les signifique latir, querer o atesorar. Un instante ya "no son ellos" ahora "son todo"

Devenir que retoma alegrías eclipsando incluso al mismo sol pues no existe nada en discrepancia al "todo". Justo aquí se respira emoción tras la huella del camino observado, se baña de ímpetu el ojo abierto, miles de mariposas revolotean colores brillantes, hermosas hormigas juegan y van de prisa mientras cosquillean los dedos de los pies, vivaces abejas aguijonean labios que estallan en púrpuras carcajadas, miles de seres gozan de la sensación más espectacular, bienvenida que cabe en la mano, felicidad por todo lo alto y el mundo hecho de sonrisas transparentes como gigantescas olas diurnas de las que deja libre el mar. Para mí éstos son radiantes despertares. ¡Me siento más viva!

* Foto: El manecer para los pescadores,de Cuellar

08 abril, 2008

Damas, damas




Romántica, tierna, madre, melosa, sumisa, inquieta, atormentada, insegura, linda, reservada, dulce; todo un estuche de monerías! así la ven sus vecinos

Así se puede ver Cristi cada mañana mientras trenza su cabello, remoja una rosquilla, cambia el pañal a su beba, una mirada de reojo al reloj del fondo, escucha berrear a sus dos diablillos que se pelean por unos Crispies, otra vez de vuelta al espejo y cuidado con la rayita del delineado líquido pues moverse un poco significaría comenzar el ritual del maquillaje (que joda), aguanta Cris que hay que presentarse bien maquillada si no: ¡Cristi amiga, qué pasó contigo vienes echa una facha! De verdad me veo muy fodonga?... Peor manita, hoy se te notan más las llantas ¿y esa carita? ¡ay dios!

Ya me lo decía mi madre, ¡nomás te cases te aumentan las caderas y se te comienzan a colgar las chichis, fájate con alcanfor una que otra noche nena no creas que solo con comida retuve a tu padre! Guau qué confesión! Mejor despejar esa imagen de la mente y rápido a meter el lunch de los enanos, meter sus útiles, disparada a encender el motor del carro y de vuelta al cuarto, un poco de rubor para no parecer pambazo crudo y ahora sí un bonche de folders, papeles, cd´s, el bolso, las llaves, las píldoras, mi agenda, pastillitas menta , los lentes, un bilet por si vienen clientes, Sebastián, Daniela apúrense no podemos llegar tarde otra vez, la miss nos tiene en la mira!, pasta y cepillo dentales, monedero, un último vistazo al tocador. Fiu todo bien...

Faltan 20min. para las 8:00 am, todo un puñado de nervios estoicos mueven a esta mujer que sólo atina a desear no llegar tarde de nuevo a la entrada, que le cala hasta los huesos ser juzgada a título de "la mamá mas floja de los alumnos del colegio", que joda si hasta por eso se pagan recargos. Eso sí saludos y sonrisas tímidas tras derrapar el carro sobre una banqeta que nunca vió. ¡Mamá otra vez te equivocaste de lentes, hasta tiraste la maceta de la esquina mira ahí viene enojada la señori...! ¡A callar, se me bajan yá y de aquí directo a su salón, calladitos entienden, fue-ra del ca-rro en-se-gui-da y si alguien les dice algo contestan que regreso por la tarde, nada más faltaba que epezando mi día me sermoneara esa pinche vieja!

Cristi por supuesto, llega derrapando a su oficina, un codo golpeado en un enfrenón, la rayita de los ojos semidiluída con este calor primaveral y una sonrisa de oreja a oreja al cruzar el pasillo principal. ¡Cristi, amiga, pero qué te pasó, mira no vuelvas a trasnocharte que a tu edad la cara no miete su edad, cuídate un poquito mujer! Es verdad, gracias por el consejo.

¡Pinche vieja, ésta sí que me sermoneó y ni cómo escaparme, en fin! Cristi acomoda un bolso pesado en el respaldo de un incómodo asiento, respira profundo, se dice que ya es un día nuevo, mientras sonríe al que le pase por enfrente exhala sueños rosas e imgina que el lugar donde trabaja es un importante salón presidencial, alejado de cualquie distracción o pleito.
Aquí no se admiten niños, ni maridos, ni familiares, ni vecinos, ni viejas gritonas, ni criticonas, ni tráfico, ni calor, ni bancarota, ni disgustos, ni retardos, ni las amantes pasajeras de mi marido...
Ay que bien, masculla entre sueños Cristi: ¡el trabajo perfecto!

28 febrero, 2008

Sirena Blanca




Casi de la nada surge esta obsesión mía por el mar...

No solo se asoma este día, viene de mi niñez, viene de mis días al sol corriendo al ras de las dunas. Arrecifes de arena y agua.


Te cuento que casi ayer me sentí espuma y jugaba con viejos caparazones de almejas, de los que tienen tantas rayitas como arrugas en sus manos mi abuelo, así corrugadas y con marcas de oleajes.


Ayer me ví tan fresca, saltante, entre verdores y azules como coletas de peces; cuando asomé al fondo coloqué vista a sus ojos: redondos, grandes, negros, eclipsaron mis labios. Pues claro que enmudecí al bello centro del universo.


Conocí de perfil el aumento de su eco


Ser de agua y arena, permite acercarme,
cuando mojo mis manos y veo que ya lo toco...

se extiende, voltea, sonríe y se va.


Me mata un poco