23 septiembre, 2009

Despertando y modorra...



Una sabanana se levanta como espuma de mar, no tapa solo flota encima fresca, suave, formando ondas que me vienen en forma de leves sombras tan cerca por toda la extensión del cuerpo. Aquí se abrió un espacio en arco para llenar la vista, ésta que por momentos pretende ser ciega, cuando por naturaleza le roba de más a lo que tiene enfrente

Un suspiro bajo este espesor blanco y está a punto de sonar el despertador a las 8am, nada que escuchar por al menos unos segundos mientras tenso todo el cuerpo como poseída por este comenzar del día. Relajo hasta la última dendrita

Despierto al fin con el caer de este manto de algodón y nylon, quisiera adentrarme otro rato, lucho, me distraigo, me decido y salgo de cama como quien suelta un abrazo agradable. ¡Primer paso triunfal y a comenzar el día!

No importa que flojera sienta, siempre me voy a levantar

2 comentarios:

BELMAR dijo...



Un gran abrazo para tí...

«Cada rincón de un minúsculo florecer se hace cotidiano tras la palabra hasta habitar lo des-habitado como infante frente a la hoja en blanco.»

BELMAR

Jezabel Kein dijo...

En verdad que las palabras tienen que fluir o de plano ahogarse y no formar algo. Prefiero tratar de habitar un poco el espacio en blanco.

Gracias Belmar