16 mayo, 2009

noche




¡La noche no fue dada para los hombres que rozan el sendero blanco, necia, has notado que ya no existen: entiende! Me aseguraron un día pese a mi falta de oido, cuando volví la vista al horizonte recapacité más percepciones mágicas y poesías en libros de mitología que a recordar la verdadera historia del hombre en éste o en cualquier otro país

Alguien más me aseguró cierto día de insomnio "ellos no son los seres que cualquiera hubiera imaginado, porque no se cuecen en cuentitos de hadas ni existen remolinos tan grandes para cargar cuerpos tan humanos"

Tímidamente sonreí como quien descubre su sombra reflejada a pleno juego, a eso de los inocentes 4 años. Que inquietante verdad, y yo que nunca las he sabido tomar