28 febrero, 2008

Sirena Blanca




Casi de la nada surge esta obsesión mía por el mar...

No solo se asoma este día, viene de mi niñez, viene de mis días al sol corriendo al ras de las dunas. Arrecifes de arena y agua.


Te cuento que casi ayer me sentí espuma y jugaba con viejos caparazones de almejas, de los que tienen tantas rayitas como arrugas en sus manos mi abuelo, así corrugadas y con marcas de oleajes.


Ayer me ví tan fresca, saltante, entre verdores y azules como coletas de peces; cuando asomé al fondo coloqué vista a sus ojos: redondos, grandes, negros, eclipsaron mis labios. Pues claro que enmudecí al bello centro del universo.


Conocí de perfil el aumento de su eco


Ser de agua y arena, permite acercarme,
cuando mojo mis manos y veo que ya lo toco...

se extiende, voltea, sonríe y se va.


Me mata un poco