23 septiembre, 2009

Así pasó



Una noche de Septiembre, recuerdo a alguien decir: "Pasen, vengan y pregúntenme qué puedo ver enfrente, con esta vista a media luz quizás porque ya es tarde, acérquense ustedes, encontrarán algo de sí". No faltó el que confiado tomó una silla, se sentó mientras cruzaba una pierna. Contestó al otro: me parece que deseo tus palabras, no me siento hoy tan humano, confieso que he sido abandonado un par de veces por mí tanto como por los demás y también por ocasiones he sido varios personajes en mi vida, me he vuelto nómada sin comprensión ajena.

Bien, lo que tengo en frente parece ser una vieja foto intantánea que usted ha elegido en más de una ocasión, justo aquí aparece su dama: la locura absorbió su vida para convertirla en un circo multiforme, en un puerto donde los marineros huyen de las tabernas como de las aguas, una noche aparece estrellada pero a detalle se compone de jirones de tela y miles de remiendos mal pegados. Lo único que le falta amigo, es traer a mano un paracaídas, atarse los talones a unas gruesas cuerdas para dejarse llevar y aventarse sin más a ese pozo frente a usted. Comparta algo de su vida a los espectadores pero no se regale, recuérde que el que se lanza es usted... sólo disfrute

Al fin sin pensar más en nada, aquél hombre de mirada lánguida se decidió a caer, a descender cada vez con mayor rapidez, de nuevo la experiencia de locura se había apoderado de él, la diferencia es que en esta ocasión el origen de todo no era satisfacer placeres ajenos, sino destrozar su desgastante historia contra el presipicio con tal de dejarla ahí embarrada, saliéndole del cuerpo para no cargarla más. Y así pasó... todo se quedó en las rocas.

¡Pasen, pasen, amado público! Esta noche el contorcionista se lanzará de hombre bala, sin red. ¡Pase y disffrute del espectáculo sin igual!

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Foto "Efímero flic" de Septta

Despertando y modorra...



Una sabanana se levanta como espuma de mar, no tapa solo flota encima fresca, suave, formando ondas que me vienen en forma de leves sombras tan cerca por toda la extensión del cuerpo. Aquí se abrió un espacio en arco para llenar la vista, ésta que por momentos pretende ser ciega, cuando por naturaleza le roba de más a lo que tiene enfrente

Un suspiro bajo este espesor blanco y está a punto de sonar el despertador a las 8am, nada que escuchar por al menos unos segundos mientras tenso todo el cuerpo como poseída por este comenzar del día. Relajo hasta la última dendrita

Despierto al fin con el caer de este manto de algodón y nylon, quisiera adentrarme otro rato, lucho, me distraigo, me decido y salgo de cama como quien suelta un abrazo agradable. ¡Primer paso triunfal y a comenzar el día!

No importa que flojera sienta, siempre me voy a levantar